22 enero 2010

SANEAMIENTO ECOLOGICO


Gestión verde

por Alejandro Chitrángulo

SANEAMIENTO ECOLÓGICO

Hace algún tiempo llego a mis manos un libro denominado Saneamiento ecológico” publicado en el año 1998 por La Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Este libro, ya en su época, planteaba un sistema de tratamiento de aguas negras domiciliarias muy inteligente e innovador, presentando al .saneamiento ecológico como alternativa al saneamiento convencional. Se basa en un enfoque ecológico que considera a la orina y las heces como un valioso recurso que debe ser reciclado. Muestra además que el saneamiento que esta técnica ya se practica actualmente en miles de sanitarios secos alrededor del mundo, con muy buenos resultados.

Todos sabemos que en la actualidad, 90% de las aguas negras urbanas de nuestras ciudades se descarga en ríos, lagos y costas casi o directamente sin tratamiento alguno, convirtiéndose en el mayor causante de contaminación del agua en todo el planeta, lo que contribuye a una mayor saturación de partículas en el agua, el florecimiento de algas tóxicas (Ej: la marea roja) y el alejamiento del turismo en algunas áreas turísticas costeras. Los pozos ciegos convencionales también tienen ciertas desventajas, especialmente si se encuentran en áreas densamente pobladas, donde se corre el riesgo de contaminar los mantos acuíferos.

El flujo de agua contaminada

Una persona puede descargar, en un año, 15,000 lts. de agua pura, unos 400-500 litros de orina y unos 50 litros de heces. Usando un sistema de cloacas, se agregan de 15,000 a 30,000 lts. por persona/año de las llamadas aguas grises o jabonosas, provenientes del baño, la cocina y el lavarropas. Con frecuencia, por medio de las cañerías urbanas, a este flujo se añaden las corrientes de agua pluvial (de calles y techos), y el agua altamente contaminada proveniente de la industria. El elemento realmente peligroso (aparte del agua proveniente de las industrias), son los 50 litros de heces que están libres para contaminar no solamente la orina, relativamente inofensiva, sino además la gran cantidad de agua pura usada para drenar, más una cantidad similar o mayor de agua jabonosa. Se supone que en la última etapa del sistema hay una planta de tratamiento, pero esto no suele suceder.

El sistema de pozo ciego, es relativamente económico de realizar, pero tiene muchas desventajas, sobre todo en zonas muy densamente pobladas o donde las napas se encuentran muy altas. También hay que tener en cuenta la contaminación de aguas y mantos acuíferos, malos olores, proliferación de moscas, saturación del depósito, desestabilización de cimientos cercanos y el riesgo de inundación en temporales intensos.

Ecosan

El sistema de saneamiento ecológico o ECOSAN se basa en tres aspectos fundamentales convertir la excreta humana en material seguro; prevenir la contaminación en vez de controlarla después de contaminar, y usar en la agricultura los productos seguros de excreta humana saneada. Se trata de un sistema cíclico cerrado que considera a la excreta humana como un recurso aprovechable.

Usualmente la orina humana es casi estéril y rica en nitrógeno y fosfatos (Un adulto puede producir cerca de 400 litros de orina al año, que a su vez contienen 4 Kg de nitrógeno, 400g de fósforo y 900g de potasio) componentes fundamentales para la agricultura ya que incrementan la producción y reducen la necesidad de fertilizantes. Las heces humanas (no la orina) son las causantes de la mayoría de las enfermedades diseminadas por la excreta humana, por lo que se requiere de un método para sanearlas. Puede ser por deshidratación (secado) o por descomposición. La deshidratación es más fácil si no están mezcladas con orina o agua. Cuando las heces se descomponen, los diversos seres vivientes en ellas mueren y se separan en partes más pequeñas, de tal forma que con alguno de estos dos métodos los gérmenes, los huevecillos y otros seres vivientes potencialmente peligrosos se tornan inofensivos haciendo totalmente recuperables sus nutrientes. En la naturaleza, la excreta de los animales y la humana juega un papel esencial para la conformación de suelos sanos y nutritivos que las plantas aprovechan. En un enfoque convencional de saneamiento, estos nutrientes se desechan y se ubican mal, lo que rompe el ciclo natural.

El uso de excreta humana como fertilizante para cultivos es usual en muchas regiones del planeta. Los chinos, por ejemplo, realizan composta de excreta animal y humana desde hace ya miles de años y en Japón se introdujo esta práctica de reciclado desde el siglo XII.

En Suecia, donde la desviación de orina ya se practica, los agricultores recolectan la orina almacenada en tanques subterráneos por una cuota, y la aplican a sus cultivos con maquinaria.

En la naturaleza no existe desperdicio: todos los residuos de los seres vivientes son materia prima para otros. La idea concreta de que la excreta es desperdicio sin utilidad alguna es un malentendido de nuestra época. Los nutrientes recuperados pueden usarse para mejorar la producción en horticultura y agricultura en jardines caseros y granjas, en áreas urbanas y rurales, para restaurar ecológicamente las tierras no cultivables, o para crear parques y espacios verdes.

Para reciclar el excremento humano se han desarrollado diversas letrinas composteras en varios países. No obstante que mucho del valor nutritivo se pierde durante el proceso de compostaje, el producto final, el humus, conserva un importante valor como acondicionador de suelos. Para lograrlo la recolección de la orina y las heces debe hacerse por separado, canalizando la orina hacia un envase separado.

El tema es muy interesante y con muchas posibilidades de aplicación. Resulta imposible comentar todas la cuestiones benéficas en una sola nota, pero quien esté interesado puede bajar el libro de internet en forma gratuita.

Fuente: Esrey, S., et al., Saneamiento Ecológico, tr. de la 1a. edición en inglés Ecological

Sanitation, Asdi, Estocolmo 1998.


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