06 julio 2009

EL CAMBIO QUE NUNCA LLEGA

Lanusverde
Por el Prof. Alejandro Chitrángulo

EL CAMBIO QUE NUNCA LLEGA


Ya paso tiempo prudencial desde las elecciones legislativas y es buen momento para conjeturar algunas reflexiones. Las candidaturas testimoniales, fueron más que una burla al electorado, con candidatos que nunca pensaron en asumir, también fue un plebiscito.
Al instalarse el intendente al frente de su lista de candidatos no hiso mas que someter su año y medio de gestión a la aprobación o disconformidad de los ciudadanos de Lanús. Centésimas de mas o de menos ya no importan, el 70% de los vecinos que fueron a votar demostraron en las urnas la desaprobación para con la gestión de Díaz Pérez. Lo más expresivo fue que una buena parte lo hiso votando a un desconocido, del cual casi no escuchamos discurso, colgado de un fenomenal aparato publicitario, montado por un ricachón arrogante que se cree un hombre común. Este impecable acto democrático transmite un claro mensaje, “El ciudadano que paga impuestos en Lanús, pide obras que mejoren su calidad de vida”. Negar este claro mensaje y no escuchar el clamor de los vecinos, es un impresentable error político.

Lo primero es no confundir conceptos, no es lo mismo “calidad de vida” que “nivel de vida.” El primero esta referido a aspectos globales de la condición humana mientras que el segundo se aplica a términos mas concretos; en general a los medios de vida.
Para explicarlo mejor podemos decir que el modelo de vida urbano de Lanús, comparado con algunos poblados del interior del país, genera un mayor nivel de vida a la mayoría de sus habitantes, pero también una peor calidad de vida.
La vida en nuestra ciudad, impone un modelo plagado de necesidades que se contravienen con aspectos fundamentales de la calidad de vida como el poder respirar aire limpio, no vivir rodeado de basura, tener un mínimo de seguridad ante los malhechores, un funcionamiento aceptable de los centros de salud, calles y veredas transitables o espacios verdes bien mantenidos.
El deterioro de la calidad de vida en nuestra ciudad no se refleja únicamente en un empeoramiento de las condiciones del aire, del agua potable o en la falta de espacios verdes, se refleja también en el empobrecimiento de las percepciones sensitivas y en la pérdida de orientación y de identificación de sus habitantes. Los psicólogos se refieren a este tipo de ciudades como "la expresión del paisaje enfermo del alma", en las que la atrofia del mundo interior discurre paralela a la destrucción del medio ambiente externo.

Como evaluar funcionarios
La primera responsabilidad del intendente, es mejorar la calidad de vida de los vecinos, para lograrlo debe elegir funcionarios idóneos para manejar las distintas áreas municipales, (Idóneo significa: “que entienda lo que dirige y lo haga bien”). Estas áreas, de estar mal manejadas impactan de manera sustancial en la calidad de vida de los ciudadanos.
Para entender este punto valgan los ejemplos: Si el encargado de la limpieza de la ciudad, no cumple bien con su trabajo, la ciudad es una mugre. Si el que tiene que cuidar los espacios verdes no los cuida, perdemos posibilidades de esparcimiento y disfrute. Si el que repara las calles y veredas no lo hace bien, se hace imposible transitar. Si el encargado de podar, no lo hace con responsabilidad, perdemos el patrimonio arbóreo. Si al que le toca controlar el transito no entiende del tema vivimos en un caos vehicular. Si al que le toca controlar el medio ambiente no hace bien su trabajo, convivimos todos con la contaminación. Si quien está a cargo de majar las cuentas municipales no es honesto y capaz, perdemos la posibilidad de hacer obras.
Así, en todas y cada una de las áreas municipales, el buen o mal manejo determina, que mejore o empeore la calidad de vida de los vecinos.

El gabinete hace la diferencia
Un buen gabinete puede hacer que un mal intendente mantenga una buena gestión, pero también, un mal gabinete puede hacer perder una elección al mejor de los intendentes. El pueblo elige al intendente y su propuesta y este a los hombres que darán forma a su proyecto.
Ya no es tiempo de escusas, al vecino no le importa mucho el estado en que dejaron las cosas, los responsables de la gestión anterior, a pesar de que los falsos códigos de la política permitan que muchos artífices del célebre desastre que fue la última gestión de Quindimil opinen alegremente sobre lo que hoy está mal hecho.
Hace mas de un año y medio la mayoría le dio el timón a quien pregono que estaba preparado para cambiar las cosas.
Solo los buenos proyectos y luego los hechos y las obras pueden demostrar que se esta preparado para romper con el circulo vicioso del deterioro ambiental y pasar a un circulo virtuoso de mejoramiento de nuestra ciudad.
Los vecinos tenemos dos armas muy valiosas para mejorar nuestro habitad. La primera son los votos, la segunda es la participación activa, en foros, consejos y comisiones de vecinos que nos dan la posibilidad pedir y hasta exigir soluciones a los funcionarios de turno.
La experiencia nos demuestra que la unión y la cooperación entre vecinos en pos de un objetivo común es mas que posible y que la participación es la actitud imprescindible.
Romper con la actitud del “no se puede” o “yo no me meto” es el mayor logro de los vecinos entusiastas que trabajan desinteresadamente por el bien común hagan o no política.

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