
Gestiónverde
Por Alejandro Chitrángulo
Otra vez llego abril y me toca cumplir un año más, pero lo bueno es que todavía no pesan!! Pero siempre para esta fecha me pregunto ¿Cómo me sentiré dentro de algunos años?
Quizá una de las mejores definiciones populares sobre el proceso de envejecimiento es: “Uno sabe que es viejo cuando todo te duele y lo que no te duele no funciona”.
Cuando te sentís como de haber salido de noche, con los amigos a un boliche, sin haber salido de casa. Cuando te cansas hasta jugando al truco; cuando todavía perseguís a las mujeres, pero sin saber por qué, ni para que... Cuando estas atándote los zapatos y preguntas: ¿qué más puedo hacer mientras estoy aquí abajo?
En los últimos tiempos es muy común notar que personas de edad madura practican ejercicios con mayor asiduidad, ¿Sera esta situación la resultante de la recomendación continua que realizan los médicos sobre los beneficios de la práctica de deportes y la mejor calidad de vida que se logra con el acondicionamiento físico?
Todo puede ser, pero lo importante es que hay muchos informes de estudios que prueban que la recomendación es mas que útil.
Un estudio dirigido por la Stanford University School of Medicine, de Stanford, California, demuestra que la gente puede acorralar al envejecimiento, o al menos retrasarlo, solamente realizando una rutina de ejercicios, acompañada de una dieta saludable.
El estudio fue realizado durante 8 años, entre 800 hombres y mujeres de entre 50 a 80 años, divididos en dos grupos (activos y sedentarios) los que participaron en actividades físicas vigorosas varias veces por semana tenían presión arterial inferior y menos grasa corporal que el grupo de sedentarios.
Los que entrenaban también visitaban menos al médico, tomaban menos fármacos, tenían más capacidad para llevar a cabo sus actividades cotidianas y Vivian más. Al final del estudio solo el 1% de los que hacían ejercicio habían muerto, en comparación con el 7% de los sedentarios. Los investigadores notaron que los del grupo de control llevaban haciendo ejercicio por lo menos 12 años antes del comienzo del estudio y estaban en mejor forma que los sedentarios. También se preocupaban de su entrenamiento practicando hasta 4 horas por semana.
El estudio comprobó que mientras el 27% de los sedentarios había muerto a los 78 años, sólo el 15% de los activos físicamente había fallecido. Es decir, los que ejercitaban tenían 12% menos posibilidades de morir entre los 70 y 78 años. Y mientras más aumentaba la edad de las personas, más significativa era esa diferencia. Los activos tenían 15% menos posibilidades que los sedentarios de morir entre los 78 y los 85 años, y 17% menos posibilidades entre 85 y 88 años. ¡Los datos hablan por sí solos!
Pero los descubrimientos no paran ahí. Durante ese tiempo, los activos también se mantuvieron independientes físicamente más que los sedentarios, y no tenían tantos problemas para realizar las tareas cotidianas sin ayuda de otros, como vestirse, ducharse o comer solos. Incluso, ellos mismos percibían que su propia salud estaba mejor, mientras que los sedentarios no eran tan positivos al hablar sobre cómo se sentían.
20 minutos de actividad aeróbica durante 3 a 5 veces por semana, pueden aumentar la fuerza del corazón, elevar el “buen colesterol” – HDL-, reducir la presión arterial, bajar la grasa corporal y preservar la movilidad para evitar minusvalías y enfermedades. También necesitamos entrenamientos con pesos para mantener la fuerza, y no olvidar jamás una buena dieta a cualquier edad. Por eso si todavía no lo decidiste no lo dudes mas, hay mucho que ganar en salud. No le tengas miedo al gimnasio, concurrí a campos de deporte que los beneficios no van a tardar en llegar.
Y nunca olvides que: EL ARTE DE VIVIR CONSISTE EN MORIR JOVEN... PERO LO MAS TARDE POSIBLE!!!
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