07 diciembre 2010

EL EXCESO DE SAL

Lanusverde     
Por Alejandro Chitrángulo

EL EXSESO DE SAL
Fue a una consulta con el médico, este lo revisa, le toma la presión y encuentra que los valores son demasiado altos para su edad. La  pregunta de rigor es cuanta sal utiliza en las comidas y la recomendación, aparte de la medicación que corresponda es trate de comer con menos sal. ¿Pero cuanta sal es mucha sal?
El principal componte de la sal es el sodio, un componente importante del liquido que baña las células del cuerpo y que está íntimamente relacionado con la trasmisión de los impulsos nerviosos. Durante muchos años se pensó que era necesaria la abundancia de sal en la dieta, pero lo cierto es que solo se precisa en cantidades muy pequeñas, unos 200 miligramos por día, es decir, el equivalente a una cucharadita de té. Esta cantidad se ingiere fácilmente  a través de alimentos frescos e integrales, sin necesidad de añadirla a las comidas. Como ejemplo doy una lista de alimentos y su contenido de sodio:

    ALIMENTOS
Mg. de sodio x c/100 grs.
ALIMENTOS 
Mg. de sodio x c/100 grs. 
Jamón serrano
1110
Trucha
70
panceta
680
Lenguado
150
Mortadela
980
Arenque
520
Hígado de vaca
136
Langostinos
366
Pollo
56
Sopa de sobre
1300
Carne de vaca
35
Pizza de súper
340
Carne de cordero
80
Queso gruyere
610
Carne de cerdo
72
Yogur
64
Congrio
117
Ricota
450
Salmón
60
Leche entera
40


Estas cantidades no son fijas y pueden variar con la elaboración. De todos modos, en la actualidad, se consume unas diez o doce veces más sal de la que nuestro cuerpo necesita. Como resultado de este alto consumo, una parte importante de la población padece de algún grado de hipertensión, ya que la sal constituye uno de los mas importantes factores de riesgo de esta alteración.
Un alto consumo de sal obstaculiza la capacidad del organismo de eliminar las grasas del flujo sanguíneo y favorece los problemas renales, la retención de líquidos, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.
Expertos de la University of the Healt Sciences de Norteamérica han descubierto que un consumo excesivo de sal también se encuentra relacionado con algunos trastornos gástricos.
Según los resultados obtenidos, un consumo excesivo de sal propicia la acción de la bacteria Helicobacter Pylori, bacteria que se encuentra presente en los estómagos de la mitad de la población mundial y es responsable, entre otras cosas, de las úlceras de estómago. La sal produce un efecto muy negativo en dos de los genes de esta bacteria, haciéndola todavía más virulenta y en consecuencia afectando más a nuestra salud. El consumo excesivo de sal también trae otras complicaciones como puede ser el cáncer gástrico. Las posibilidades de contraer esta enfermedad llegan a aumentar hasta seis veces si realizamos una dieta muy rica en sal.  
Según los investigadores la sal daña las paredes de los pequeños capilares del cerebro y contribuye a un gradual deterioro de la memoria. Aunque existe un buen número de personas que no son sensibles a la sal y el consumo elevado de esta no les hace aumentar su presión arterial, existen otras razones aparte de la hipertensión para moderar el consumo de sal. Por ejemplo, el exceso de sal también puede causar inflamaciones de las encías, de toda la cavidad bucal y del sistema digestivo.
Hay algo curioso en el consumo de sal, cuanta más sal se añade a las comidas más se termina añadiendo con el tiempo, resultando algo soso lo que para otros sería muy salado. Una forma de reducir el consumo de sal es utilizando sabores alternativos, como, por ejemplo, limón, hierbas, vinagre o especies. Muchas personas se han acostumbrado a consumir alimentos que contienen un alto nivel de sal y piensan que sin sal los alimentos carecen de sabor. Sin embargo, esta percepción es meramente el resultado de que las papilas gustativas se han acostumbrado al sabor de la sal. Sin embargo, luego de varias semanas consumiendo alimentos con menos sal las papilas gustativas se acostumbran a estos alimentos y se comienza a disfrutar el sabor de alimentos con menos sal e incluso sin sal.
Sustitutos de la sal.
La sal marina sin refinar es mas recomendable que la sal corriente, ya que no está formada solo de cloruro sódico, contiene yodo y manganeso, dos nutrientes importantes que suelen faltar en la alimentación tradicional.
La sal de sésamo o el gomasio constituye una excelente alternativa a la sal común por que no produce los efectos nocivos de esta y además neutraliza la acidez de la sangre, favorece la secreción de jugos digestivos, estimula el metabolismo y es rica en calcio. Está compuesta por sésamo y sal marina, ambos ingredientes ligeramente tostados y (mezclados una parte de sal por catorce partes de sésamo).
El peligro del exceso de sodio inherente a toda sal se compensa con la riqueza nutritiva que aporta el sésamo.
Si usted esta decidido a bajar el consumo de sal, pero no puede acostumbrar su paladar, puede ir probando con jugo de limón, sal de hiervas o de ajo. También se puede utilizar la sal de bajo contenido sodico, mitad potasio, mitad sodio.
El controlar la sal en la dieta, pasa también por la reducción de una serie de productos alimenticios con alto contenido de sodio, galletitas, quesos, etc. Es apropiado también disminuir el consumo de alimentos procesados o con aditivos, como conservas y comidas pre elaboradas y ni hablar de los productos de copetín, como papas fritas, palitos salados, maní, etc.
Como recomendación, lea las etiquetas con atención, algunas indican la cantidad de sodio que contiene cada porción.


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