EL FASTIDIOSO DOLOR DE CUELLO

Por Alejandro Chitrángulo

Es sumamente común, sobre todo después de muchas horas de trabajo sentado o frente a una computadora o manejando, sentir esa tensión en el cuello, una especie de contractura que impide que nos relajemos. Muchas personas tienden a relacionarlo con una tensión nerviosa, pero cuando el dolor es habitual y continuo, las causas pueden ser otras.

El dolor cervical se puede originar en cualquier estructura del cuello, desde las vértebras cervicales hasta los vasos sanguíneos, músculos y tejido linfático. También puede surgir en otras áreas del cuerpo estrechamente relacionadas con el cuello como la parte superior de los brazos. La localización, inicio y patrón del dolor cervical ayudan a determinar su origen y causas subyacentes. La causa más común del origen del dolor cervical, puede ser tensión y espasmo de los músculos cervicales. Pero también hay otros orígenes, como el del dolor cervical matutino que puede ser el resultado de las malas posturas al dormir.

Después de un accidente automovilístico, es común que se presente la tensión cervical. Este tipo de traumatismos también pueden lesionar estructuras ligamentarias. No es infrecuente que el dolor cervical evolucione después de forma crónica (síndrome del latigazo cervical).

La meningitis, puede ser otro motivo de dolor. Se trata de una enfermedad, infecciosa, de la que se sospecha cuando el dolor cervical se asocia con fiebre, rigidez cervical, aversión a la luz y dolor de cabeza severo. Los reumatismos inflamatorios que afectan al cuello son, fundamentalmente, las espondiloartrítides, la artritis reumatoide y la polimialgia reumática. La causa también puede ser una lesión cervical que produce el "pinzamiento de un nervio". Cuando ésta es la causa del dolor, este se puede irradiar hacia el brazo siendo posible que haya sensaciones de entumecimiento u hormigueo en el brazo o en la mano, afectando, casi siempre, de uno a la vez.

Qué hacer cuando nos duele el cuello

El reclamo habitual de quien tiene un molesto dolor de cuello es, “necesito un masaje”. Los masajes descontracturantes son muy útiles Para aliviar los espasmos y el dolor, los mismos se pueden realizar con cremas sedantes, antinflamatorias y relajante muscular. También se puede aplicar calor utilizando duchas calientes, compresas calientes o una almohadilla de calefacción.

El dolor cervical relacionado con los malos hábitos al dormir se puede aliviar durmiendo sobre una superficie firme sin almohada o con unos modelos especiales que se adaptan al la forma del cuello y la cabeza. Los analgésicos de venta libre ayudan a aliviar el dolor y la inflamación. La mejoría del dolor cervical puede ser lenta y pueden pasar varias semanas hasta que el dolor desaparezca por completo, así que es necesario tener paciencia.

Es imprescindible consultar con un médico especialista si: el dolor permanece por una semana o más. O se asocia con fiebre y dolor de cabeza y el cuello está tan rígido que no se puede tocar el pecho con el mentón. O se irradia hacia el brazo presentando entumecimiento u hormigueo asociado con debilidad en un brazo o una mano. También si se presentan en el cuello ganglios linfáticos inflamados o dolorosos que no desaparecen en pocos días. O cuando el dolor no responde a las dosis estándares de analgésicos de venta libre.

Si el dolor se debe a un espasmo muscular o el pinzamiento de un nervio, es probable que el médico prescriba un relajante muscular y posiblemente un analgésico más potente. Los medicamentos de prescripción médica no son necesariamente mejores que los de venta libre. Es posible que el médico prescriba un collar cervical o, en caso de una lesión nerviosa, puede remitir al paciente a consulta con un neurólogo o un neurocirujano. Para evaluar las causas del dolor existen algunos exámenes de diagnóstico que los médicos pueden realizar. Se trata de: Radiografía del cuello, Tomografía Computada del cuello y/o la cabeza. Exámenes de sangre como CSC o prueba de tiroides. Punción espinal para análisis de líquido cefalorraquídeo y en raras ocasiones, un IRM del cuello.

En los casos en que el dolor es producto de tensión nerviosa, contractura muscular o mala postura durante horas, muchos especialistas recomiendan actividad física para fortalecer la musculatura del cuello. Es también recomendado el yoga por sus técnicas de relajación que incluye ejercicios de cuello, como la rotación de cabeza.